📵 Black Phone 2: una tomadura de pelo
Hay películas malas… y luego está Black Phone 2. Una secuela innecesaria, engañosa en su marketing y que, para rematar, convierte a un villano perturbado en un ente sobrenatural de serie B que ni asusta ni emociona.
🎬 De la oferta “gratis” al cabreo
Todo empezó con un fin de semana ya calentito por una de esas promociones “mágicas” de plataformas deportivas que prometen “TODO GRATIS” en grande y luego, en letra pequeña, te recuerdan que no, que el partido que tú quieres ver va por otro lado. Publicidad diseñada al milímetro para confundirte: técnicamente no mienten, pero todo está pensado para que piques.
Con ese cuerpo de haber sido engañado, llega el momento de ver Black Phone 2 y el cabreo sube de nivel: misma sensación de trampa, pero esta vez con una película de 110 minutos.
😈 ¿Qué sentido tiene esta secuela?
OJO QUE VIENEN SPOILERS DE LA PRIMERA ENTREGA EN ESTE PÁRRAFO!!! La primera Black Phone (2021) contaba una historia cerrada: un asesino en serie que secuestra niños, un sótano, un misterioso teléfono y un final donde el villano muere. Punto. Historia completa. ¿Qué necesidad hay de una segunda parte cuando el arco del personaje está finiquitado?
La excusa de la secuela es clara: el éxito de taquilla de la original y el modelo Blumhouse (productora) de explotar películas de terror de bajo presupuesto que funcionan bien. Pero a nivel narrativo, Black Phone 2 se siente como una idea estirada hasta el límite, intentando justificar su existencia con giros que rompen la lógica interna de la primera.
🎭 El engaño del reparto y Ethan Hawke
El reparto repite nombres: Mason Thames, Madeleine McGraw y Ethan Hawke vuelven a aparecer asociados a la secuela en carteles, tráilers y fichas oficiales. Sobre el papel, suena bien: regresa el villano icónico, vuelven los chavales protagonistas, continuidad de universo.
El problema viene cuando la presencia real de Ethan Hawke en pantalla es prácticamente testimonial. Lo venden como cabeza de cartel, pero lo que el espectador se encuentra es un personaje más bien “supuesto”: mucha máscara, mucho recurso de voz y casi nada de presencia física reconocible del actor. Para quien entra a la sala pensando “voy a ver a Hawke en modo villano otra vez”, la sensación de estafa es enorme.
🧠 Del perturbado al fantasma todopoderoso
Uno de los mayores despropósitos de Black Phone 2 está en el tratamiento del villano. En la primera película teníamos a un raptor humano, perturbado, incómodo, pero creíble dentro del terreno del terror realista con un toque sobrenatural por el teléfono.
En la secuela, el personaje se convierte en una especie de ser sobrenatural con capacidad para aparecer en sueños, manipular recuerdos y funcionar casi como un Freddy Krueger descafeinado. Esa transición de asesino físico a ente mágico no solo rompe la coherencia, sino que hace que todo parezca una copia barata de otros clásicos del género, sin personalidad propia.
⏱️ 114 minutos que se hacen eternos
Black Phone 2 dura alrededor de 114 minutos… y se sienten como el doble. El ritmo es pesado, el argumento se enreda sin necesidad y da la sensación de estar viendo una historia alargada artificialmente para llegar al metraje “de película grande”.
El resultado es un entretenimiento que no entretiene: escenas repetitivas, tensión floja y un desarrollo que ni asusta, ni emociona, ni aporta nada relevante al universo de la primera parte. Es el típico film que, si lo ves en casa, acabas pausando varias veces… y en el cine solo te queda mirar el reloj.
⭐ Filmaffinity y el suspenso merecido
Filmaffinity, que suele ser una referencia bastante fiable para saber si algo apunta bien o mal, muestra una nota alrededor del aprobado raspado para Black Phone 2. Y aun así, esa media parece generosa para lo que ofrece la película.
La ambientación y algunos efectos pueden salvarse si se mira con lupa, pero el conjunto, como producto global, es claramente de suspenso: guion pobre, desarrollo absurdo y una secuela que traiciona el espíritu de la original.
🍿 El problema no es solo esta película
Black Phone 2 es un síntoma más de algo que lleva tiempo pasando en cine y series: explotación de marcas, secuelas innecesarias y poca apuesta por buenos guiones y nuevas ideas. Cuando se infravalora el trabajo de los guionistas y se prioriza estirar franquicias por motivos comerciales, el resultado son productos mediocres en cadena.
A eso se suman entradas caras, horarios malos y una cartelera donde muchos estrenos duran una semana en condiciones dignas antes de ser arrinconados en pases imposibles. Luego llega el discurso de que “la gente no va al cine”, cuando a menudo el problema es que lo que se ofrece no está a la altura de lo que se cobra.
🚫 ¿Verla o no verla?
A día de hoy, Black Phone 2 ya ha pasado por cartelera en muchos sitios y no tardará en llegar a plataformas. La recomendación es clara: si aprecias tu tiempo, piénstatelo mucho antes de darle al play.
Puede que la curiosidad te pueda si te gustó la primera, pero lo más probable es que acabes compartiendo la sensación de haber tirado dos horas de tu vida en una secuela que no tenía razón de existir.